CACEROLAZO en Plaza de Mayo

Miles de personas se concentraron ayer en la emblemática Plaza de Mayo en Buenos Aires para protestar, cacerola en mano, contra la política del Gobierno de Cristina Fernández.
La protesta fue convocada a través de las redes sociales con reclamos contra la inseguridad, la inflación, la corrupción y las restricciones al cambio de dólares y reunió a más de 4.000 personas, según medios locales.
Los "cacerolazos" comenzaron en varios barrios acomodados del norte de la ciudad, como Recoleta, Palermo y Belgrano, desde donde miles de personas marcharon hacia la Plaza de Mayo para expresar de forma pacífica su rechazo a la política de Fernández frente a la Casa Rosada, sede del Ejecutivo.
La movilización alcanzó también a la residencia presidencial de Olivos, en las afueras de la ciudad, donde cientos de personas secundaron la protesta.
Los manifestantes cortaron el tránsito en algunas de las más importantes avenidas de la capital, entonaron el himno nacional y corearon consignas contra el Gobierno.
Medios locales informaron de la convocatoria de protestas en varias ciudades del interior del país, como Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos.
Protestas similares, pero menos concurridas, se registraron la pasada semana en el primer "cacerolazo" contra el Gobierno de Fernández tras su reelección con el 54 por ciento de los votos.
La movilización de hoy se produce apenas un día después de que la presidenta anunciara su intención de cambiar su depósito a plazo fijo en dólares por un fondo en pesos argentinos para predicar con el ejemplo e incentivar el ahorro en moneda nacional.
El Fisco argentino incrementó las restricciones a la compra de dólares en las últimas semanas, con nuevas regulaciones para el acceso a la divisa estadounidense para viajar o cancelar créditos hipotecarios, lo que ha disparado su valor en el mercado paralelo.
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