Laboratorio Glaxo probó vacuna con niños pobres de Argentina

La Justicia confirmó la multa al laboratorio GlaxoSmithKline y dos médicos por irregularidades en la selección de pacientes para ensayos clínicos realizados con niños para probar una vacuna.
El juez en lo penal económico Marcelo Aguinsky confirmó la sanción de $ 400.000 contra el laboratorio y de $ 300.000 para cada uno de los médicos Héctor Abate y Miguel Tregnaghi, al rechazar la apelación de la empresa a la multa dispuesta en 2009 por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Las irregularidades fueron detectadas en la selección e ingreso de pacientes al estudio clínico realizado entre 2007 y 2008 en Santiago del Estero, Mendoza y San Juan. El laboratorio afirmó que apelará la medida, aclaró que ANMAT en ningún momento cuestionó la seguridad de la vacuna ni del estudio y manifestó que se hizo de acuerdo al protocolo, respetando y cumpliendo con las normas de Buenas Prácticas Clínicas”.
Respecto de denuncias sobre la muerte de 14 bebés, el laboratorio negó que estén relacionadas con la vacuna.
Sin embargo, el abogado de familias damnificadas de Santiago del Estero, Bernardo Herrera, sostuvo que esta empresa se dedicaba de una forma comercial a vacunar a los menores. Los responsables del proyecto cobraban por cada aplicación a los bebés. Era una red que llevaba a cabo todo este mecanismo. En la misma línea, Roberto Lede, vocero de ANMAT, dijo que las formas en las cuales se obtuvo el consentimiento para participar no siempre fueron las adecuadas y que hubo algunos pacientes cuyas condiciones clínicas no eran las especificadas en el protocolo para el ingreso al estudio.

Se aplicaron 14.000 vacunas en niños pobres de Argentina.
La Federación Sindical de Profesionales de la Salud de Argentina (FESPROSA), citada por la prensa local, dijo que en el país "no hay figura del código penal que castigue a los investigadores inmorales" y, por lo tanto, "los culpables de usar a nuestros niños pobres como conejitos de indias ni siquiera pasarán por un juzgado".

fuente: El cronista y El observador global.