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En uno de los archivos que adjuntamos, "Lo que come el mundo", se muestran una serie de imágenes donde familias de todo el mundo exhiben lo que comen durante una semana y lo que gastan en ello. Más allá de lo ínfimo que puede ser lo consumido por determinadas familias (p.e., en Africa) y a que las imágenes reflejan situaciones muy parcializadas, cabe reflexionar sobre los siguientes aspectos:
* A medida que disminuye el costo de los alimentos, posiblemente coincidente con el nivel adquisitivo de cada familia en cada país seleccionado, se observa una menor oferta de envasados y una diversidad de productos frescos y más saludables.
* Consumir una mayor cantidad de productos envasados significa depender de lo que la industria alimenticia nos quiera dar. La cadena productiva, en muchos casos, incluye la comercialización, con lo que ciertas empresas dominan el circuito en forma hegemónica, además de colaborar en la producción de basura cuyo tratamiento termina siendo absorbido por los municipios (= ciudadanos).
* El consumo de gaseosas resulta superlativo en un país como México (se calcula un consumo per cápita de 500 litros de gaseosas al año para el 2014 en ese país). Por algo tuvieron un presidente que fue ex-gerenciador de Coca Cola. Debemos recordar que la malnutrición infantil generadora de obesidad, se encuentra asociada al hiperconsumo de comidas compradas, comidas "basura" y gaseosas, además de la falta de actividad física.
* Es notable la diferencia de consumo de marcas y volumen de alimentos en las familias de EE.UU. (pizza de "delivery" vs. pizza congelada).
* En los países no occidentales pero que tienen interés en serlo, hay una notable introducción de mercaderia envasada y también, de consumo de agua envasada.
* Resulta interesante el ámbito donde se reúnen: cocinas sencillas, cocinas de última generación, comedores, un solo espacio donde se vive y comparte, un campamento de refugiados donde se ha perdido toda referencia espacial.
http://www.cepronat-santafe.com.ar/ver_noticia/noti/176/ver_noticia.html
fuente CEPRONAT
* A medida que disminuye el costo de los alimentos, posiblemente coincidente con el nivel adquisitivo de cada familia en cada país seleccionado, se observa una menor oferta de envasados y una diversidad de productos frescos y más saludables.
* Consumir una mayor cantidad de productos envasados significa depender de lo que la industria alimenticia nos quiera dar. La cadena productiva, en muchos casos, incluye la comercialización, con lo que ciertas empresas dominan el circuito en forma hegemónica, además de colaborar en la producción de basura cuyo tratamiento termina siendo absorbido por los municipios (= ciudadanos).
* El consumo de gaseosas resulta superlativo en un país como México (se calcula un consumo per cápita de 500 litros de gaseosas al año para el 2014 en ese país). Por algo tuvieron un presidente que fue ex-gerenciador de Coca Cola. Debemos recordar que la malnutrición infantil generadora de obesidad, se encuentra asociada al hiperconsumo de comidas compradas, comidas "basura" y gaseosas, además de la falta de actividad física.
* Es notable la diferencia de consumo de marcas y volumen de alimentos en las familias de EE.UU. (pizza de "delivery" vs. pizza congelada).
* En los países no occidentales pero que tienen interés en serlo, hay una notable introducción de mercaderia envasada y también, de consumo de agua envasada.
* Resulta interesante el ámbito donde se reúnen: cocinas sencillas, cocinas de última generación, comedores, un solo espacio donde se vive y comparte, un campamento de refugiados donde se ha perdido toda referencia espacial.
http://www.cepronat-santafe.com.ar/ver_noticia/noti/176/ver_noticia.html
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